La ordenación y la deontología de la profesión son dos de las funciones públicas básicas encomendadas a los Colegios de la Abogacía por el legislador. La disciplina profesional debe revisarse con regularidad para adaptarse a las crecientes exigencias de la ciudadanía, alineándose de forma dinámica a los mejores estándares de regulación profesional en la Unión Europea. Esta disciplina se ha volcado en exceso en el proceso judicial, dejando de lado la mayor parte del trabajo de los profesionales, que es la que se desarrolla lejos y al margen de los juzgados. Quienes reclamamos el cumplimiento de la ley y los procedimientos debemos dotarnos de cauces claros para la instrucción de expedientes, para su resolución y, en su caso, presentación de recursos, así como para su permanente evaluación. A las normas establecidas hasta ahora habrá que incorporar las que nos llegan con nuevas realidades como la deontología del secreto profesional digital.
PLANTA 0
PLANTA 1
DESCARGA EL MAPA ⬇️
Toda la información y actualidad del Congreso en la palma de tu mano